No era la primera vez que iba a un bautizo en Navalcarnero. Conozco el lugar, he ido varias veces y es uno de los sitios que más me gustan para celebrar un bautizo. Es un pueblo bonito con una iglesia preciosa. Todo muy grande, muy amplio y con buena luz. Además, el párroco es un señor muy amable. Pero casi siempre que voy, llueve. Una coincidencia, lo sé. El día del bautizo de Fernando también llovió. Pero ni la lluvia, ni el viento, ni el frio impidió que todo saliera bien. Ha habido mucha emoción, mucha alegría, muchas risas y todo el mundo se lo ha pasado bien. Fernando es  un niño muy feliz, divertido y alegre que no perdió la sonrisa en todo el día.

Muchas gracias y un sincero abrazo a toda la familia.
Aquí os dejo las fotos…